Cada año se vive un evento mágico en Ixmiquilpan Hidalgo, un evento que recuerda nuestras tradiciones, lo que fuimos y hacia dónde vamos, el encendido de la Luminaria.
Significado de la luminaria:
La pérdida de valores, el uso de la mentira entre otras acciones, están conduciendo a la humanidad a un mundo oscuro, por ello los mayordomos decidieron subir a la montaña, aprovechar el corazón seco de los órganos para elaborar su hachón y portar la luz que le falta a la ciudad, la ceremonia de la luminaria es básicamente una costumbre milenaria de la cultura Hñahñu que en otros tiempos también practicaron toda la región latinoamericana, quienes integran y realizan esta bella tradición, son los mayordomos de las comunidades indígenas nombrados en reconocimiento a su prestigio y conducta ejemplar.
Ser mayordomo es una dignidad, ellos sin límites sufragan, pagan y obsequian su devoción para esta ceremonia.
Los pobres tiene la riqueza espiritual de dar sin límites para asombro de la sociedad, apagadas las luces de la ciudad parten de la capilla del Carmen, ubicada a unas cuadras del templo principal de Ixmiquilpan cada noche del 14 de agosto como simbolismo de la luz ante la oscuridad de nuestro tiempo, recorren las calles y las avenidas de la ciudad hasta llegar frente a la almenas del ex convento de San Miguel Arcángel.
En cada almena esta el comal con el nombre de su comunidad, ahí mismo está la olla de nuestro barro del valle del Mezquital, que contiene un haz de ocote, allí a la señal acústica de la chirimia hacen la invocación a los 4 puntos cardinales en el más profundo y electrizante silencio.
Primero hacia el Oriente donde amanece el mundo, girando siempre hacia su izquierda, luego hacia el norte, donde provienen los vientos fríos, que son los tiempos de cosecha, continúa hacia el poniente, donde la oscuridad aparece y finaliza la advocación en el sur donde surge la vida con los vientos cálidos.
La chirimilla indica dar los 4 pasos y en actitud de profunda fuerza espiritual indica el haz del ocote contenido en la olla de nuestro barro Hñahñu, en ese instante de luz generada por la fe de los mayordomos, se escucha el padre nuestro en nuestra lengua bellísima Hñahñu, los mayordomos saben que cuando una lengua muere, la comunidad se empobrece, por ello la ceremonia de la luminaria esta fortaleciendo el uso de la práctica de la lengua Hñahñu, terminando el padre nuestro los mayordomos ingresan al ex convento.
Este año conmemoran 252 años de este momento, que marcó la historia y tradición del corazón del Valle del Mezquital.
